Hace ya cerca de tres años y medio (que es mucho tiempo en Internet), estaba preparándome para el primer gran salto de este blog: pasar de ser una plantilla retocada de Blogger a funcionar sobre WordPress en un espacio web propio. Fue mi primer paso en el mundillo del diseño y desarrollo de páginas web, y me he alegrado muchas veces de haberme decidido a darlo.
Ahora toca dar otro paso importante, que probablemente ponga el blog realmente patas arriba. Si el primer cambio fue de plataforma, manteniendo el aspecto prácticamente idéntico, el que se avecina es de diseño y reestructuración profunda de la página, manteniendo la plataforma.
A decir verdad, y para mi propia sorpresa, no es que me haya cansado del diseño actual. Me llevó mucho tiempo consolidarlo y funciona bien: es sencillo, es personal, tiene un punto original sin muchas pretensiones, y lleva un buen montón de horas de código en pequeños detalles. Sin embargo, sigue arrastrando varios problemas no resueltos de fondo:
- Se basa en un tema antiguo y muy básico, Kubrick, que venía por defecto con WordPress 1.5. Es un poco pesado (que no difícil) introducir nuevas funciones, y hay muchas ventajas de las nuevas versiones de WordPress que no se pueden aprovechar. Creo que va siendo hora de cambiar a una base más actual pero aún sencilla de modificar. Concretamente, el excelente tema (también por defecto en WordPress) Twenty Eleven.
- Es una ensaladilla. Aunque los contenidos están bien categorizados por tema y tipo, no estoy nada seguro de que la gente los visualice así. Como me interesan temas bastante dispares y pensé que no todo el mundo querría seguirlos todos, me esforcé por introducir los feeds separados para que cada uno pudiera suscribirse al canal o canales de su interés, pero dudo de que alguno de mis escasos y valiosos seguidores lo haya hecho, obligándose a sí mismos a tragarse lo mismo el vídeo de una sesión de windsurf que un post gigante sobre arquitectura 2.0. Mi experiencia me dice que los blogs temáticos se entienden mejor y llegan a más gente, pero a la vez me gustaría mantener la idea de la web personal “todo incluido”. Y en ese sentido…
- … La Cajita actual tampoco muestra de forma clara y directa mi identidad digital: quién soy, qué hago, qué pienso, qué me interesa, por dónde me muevo, en qué trabajo. Para averiguarlo hay que navegar por las categorías (¿alguien lo hace?) y leer varios posts. No tiene una relación clara con otros blogs o redes sociales en las que me muevo, y sobre todo, mezcla sin distinción contenidos propios de un blog (cosas que pienso o me interesan) con entradas más propias de un porfolio (cosas que hago).
Muchas de mis reflexiones coinciden con (y en parte se inspiran en) las que en su momento hizo Carlos Cámara acerca de su propio blog, con algunas particularidades que en su conjunto me han llevado a proponerme lo siguiente:
- Un blog que sirva como tarjeta de presentación única. Un solo enlace donde alguien pueda ver quién soy, cómo soy. Ello implica, por ejemplo, que si le doy la dirección a un potencial cliente o colaborador, pueda llegar rápidamente a mi trabajo y mis ideas. Eso creo que Carlos lo ha resuelto francamente bien. Pero también ha de mantener el lado personal, mis aficiones e intereses, principalmente porque forman parte de lo que soy y me apetece contarlas. Además, me he dado cuenta de que lo profesional y lo amateur me resultan muy complicados de separar, me muevo saltando siempre entre ambos entornos: aficiones que de pronto se convierten en trabajo remunerado (la mayoría, curiosamente, aunque de forma muy modesta), y temas profesionales que en cambio desarrollo sin cobrar un duro. Cada lector debería poder decidir rápidamente qué aspecto, punto de vista o tema quiere curiosear o seguir regularmente.
- Microblogging. Las redes sociales están muy bien para publicar avisos de “estado” o pequeñas experiencias, pero me da la sensación de que, en lugar de construir una identidad digital acumulada en el tiempo, tienden a la instantaneidad y todo se acaba perdiendo en las profundidades de una timeline. El caso de Facebook es extremo y sintomático porque ni siquiera tiene buscador. En LaCajita 3.0 me estoy planteando incorporar una función de “actualización de estado” propia, abierta y revisitable, que por supuesto estará conectada con las redes sociales que es donde se seguirá produciendo la mayor parte de la conversación.
- Distintos tipos de posts para distintos contenidos. Ya probé ese enfoque en esta misma versión, con un formato específico (sombreado, sin título, simplificado) para las citas, pero quiero llevarlo más allá, de forma que los distintos formatos ayuden a diferenciar el tipo de contenido.
- Énfasis en los comentarios. Forman parte de la conversación y son una de las cosas que más valor aportan a un blog sobre cualquier otra plataforma. En ese sentido, siempre me ha gustado cómo eMe los coloca al mismo nivel que el contenido de la entrada. No tengo nada claro si funcionará con entradas más largas, pero lo voy a intentar copiar del maestro, a ver qué pasa ;)
- Simplicidad. Con todo lo anterior, es probable que acabe añadiendo enlaces a nuevas formas de navegar por el contenido, breves presentaciones, aclaraciones y explicaciones, contenidos complementarios, etc. Y con ello el blog tenderá a complicarse, multiplicando widgets y sidebars por doquier. Un acercamiento posible era personalizar la barra lateral según el post (por categorías, temas, secciones, etc.) como he comenzado a hacer en sociarq. Pero, unido al citado tema de los comentarios y a varias conversaciones con Francesco Cingolani y otros sobre la simplicidad en tiempos de complejidad y sobreinformación, he decidido apostar por otro más radical, experimental y posiblemente un poco suicida: eliminar completamente las barras laterales. LaCajita 3.0 sólo tendrá contenido en sus páginas, y todo lo demás estará comprimido en un panel-menú ocultable, para que el lector se pueda dedicar a leer, sin más, la entrada que le haya interesado y el debate que ésta pueda haber generado.
Actualmente tengo un servidor local en el que voy probando los nuevos cambios, y cuando tenga la base subiré el nuevo tema para ver qué os parece y acabar de retocarlo. Por delante queda el desafío de que el nuevo diseño mantenga algo de continuidad con el anterior, o al menos os guste igualmente aunque sea distinto. Y como no podía ser menos, os animo a vosotros mis uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis lectores habituales a que me comentéis vuestras impresiones.
¿Qué os gusta del blog? ¿Qué creéis que mejoraría con alguna modificación? ¿Cómo lo usáis normalmente? ¿Os parece interesante el nuevo enfoque?